Comentario
Al igual que París y Oxford, Bolonia partía de la experiencia de escuelas preexistentes: la comunal (artes), la privada (derecho civil) y la episcopal (monasterio de San Félix: derecho canónico). Desde muy pronto los estudios de derecho hicieron acudir a la ciudad un gran número de escolares, que recibieron sus primeros privilegios en 1158 (Authentica habita) de manos de Federico I: protección imperial a los estudiantes en tránsito y dependencia directa del obispo diocesano o de su representante, el "magister scholarium". Por tratarse de una universidad atípica, sólo de estudiantes, estos privilegios no se aplicaban a los maestros, que seguían sometidos a jurisdicción y salario municipales, debiendo además comprometerse a no enseñar fuera de Bolonia.
Durante los primeros años del siglo XII la "Universitas scholarium" boloñesa se organizó definitivamente. Los estudiantes, en su mayoría extranjeros (scholares forenses), se dividieron en dos universidades, cada una con un "rector scholarium": la de los ultramontanos (no italianos) y la de los cismontanos (italianos). Esta última se dividiría a su vez en 1256 en 16 secciones o "nationes". Aparte estaban los "scholares cives" o estudiantes originarios de Bolonia, ciertamente poco numerosos, que no podían jurar los estatutos de su propia Universidad al estar ya sometidos a las ordenanzas de la comuna. En fecha tan tardía como 1268 se instituyeron además facultades de medicina y artes, cada una con un rector propio, dando origen así a tres universidades. En total contaría entonces Bolonia, según las estimaciones del maestro Odofredo, con unos 10.000 estudiantes, cifra ciertamente exagerada si tenemos en cuenta las proporciones de París en aquellos mismos años.
Tras la organización de las naciones estudiantiles, los escolares consiguieron en 1219 pasar a depender directamente del Papa, en la figura del arcediano episcopal. Esta progresiva independencia respecto al municipio se amplió una vez más en 1245 -concepción de los derechos civiles frente al podestá-, consolidándose en los años siguientes. En 1248 el Papa se convertía ya en señor de la ciudad y en 1280 se admitió al fin la libre contratación de profesores (extranjeros también desde 1259) a cargo de las arcas municipales.
En el caso de Bolonia, más que hablar de personalidades concretas, debe recordarse la eclosión de los estudios jurídicos, civiles como canónicos, así como la aparición de una serie de nuevas técnicas de análisis documental elaboradas paralelamente y con idénticos presupuestos a las llevadas a cabo por los escolásticos en los campos de la filosofía y la teología: la "glosa", la "summa" y el "consilium".